Dieta vegana o vegetariana en el embarazo

Vaya por delante que, a pesar de lo que pudiera pensarse, ser vegetariana o vegana y estar embarazada no son realidades incompatibles. Pero sí es preciso prestar especial atención a ciertos aspectos de la alimentación para evitar carencias. La clave está en planificar la dieta convenientemente, con la supervisión del ginecólogo, para asegurarnos de que la gestante recibe todos los nutrientes necesarios a través de los alimentos o de los suplementos nutricionales, imprescindibles para el correcto desarrollo del embarazo y del bebé.

Cuando una mujer que opta por este tipo de dietas decide quedarse embarazada o ya lo está, debe siempre hablar con su médico e informar del tipo de alimentación que consume. Este paso es muy importante para poder detectar si la nutrición de la embarazada, y por tanto la de su bebé, son las adecuadas. Estos casos, además, a los médicos nos obligan a llevar un seguimiento más estricto de la gestación.

Un control que debe ser riguroso dado que una dieta vegana o vegetariana mal planificada puede influir en el desarrollo neurológico y en el peso fetal. Tampoco es aconsejable que la mujer tome por su cuenta, sin consultarlo, ciertos suplementos. Éstos pueden suplir los déficits, pero por ejemplo el de vitaminas del grupo B no se puede tomar de cualquier manera porque su exceso también puede perjudicar al bebé.

Una dieta vegetariana equilibrada y bien planificada puede tener beneficios para la salud, como niveles más bajos de colesterol, menor riesgo de cardiopatías, hipertensión, diabetes tipo 2, pero ha de suplementarse casi siempre para que resulte equilibrada. El tipo de vegetarianismo más aconsejable es el lacto-ovo-vegetariano, debido a su carácter más completo en el consumo de proteínas y otros aminoácidos esenciales, así como de hierro, calcio, vitaminas C, D, B12, nutrientes importantes que en la vegana resultan deficitarios.

Las veganas, por su parte, deben asegurarse una dieta equilibrada y variada que incluya diariamente cereales integrales, legumbres, frutas, verduras y frutos secos, aunque estos últimos en menor cantidad debido a su elevado aporte calórico. Esta dieta es deficitaria en muchos nutrientes, como la vitamina B12, el hierro o el calcio, imprescindibles para el buen desarrollo del embarazo y del feto. Por eso es fundamental que la embarazada vegana complemente su dieta con suplementos de vitaminas y minerales. Eso sí, siempre bajo el estricto control del ginecólogo.

¿De qué suplementos hablamos? Vitamina B 12, hierro, calcio, vitamina D, yodo y ácido fólico

Dr. José Luis Prieto Alonso
Servicio de Ginecología y Obstetricia


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