Cuando hay que decir ‘no’

Que sí… Que es cierto que la diplomacia está muy bien, que los conflictos no benefician a nadie, que hay que evitar tensiones innecesarias, mantener la serenidad y negociarlo todo en la medida de lo posible… Pero también hay que saber cuándo hay que decir “no”, incluso “no me da la gana” y “que te den”. Porque ni todo es negociable ni hay que tolerar cualquier actitud, y a los matones hay que plantarles cara desde un principio, ya que si no lo haces estás perdido. Y a los niños malcriados hay que cortarles el rollo de entrada, para que aprendan a relacionarse con los demás de una forma sana.

Todo esto viene a cuento de la negativa del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, al presidente estadounidense Donald Trump, matón entre los matones y malcriado entre los malcriados, acerca de la pretensión del segundo de fijar el gasto militar de los países de la OTAN en el 5% del PIB. Pues Sánchez le ha dicho que no, que como mucho el 2,1%. Y claro, al aspirante a rey del mundo le ha sentado fatal: “Es terrible. Les haremos pagar el doble”, ha dicho. A lo que el presidente español ha contestado: “España es un país solidario, comprometido con los Estados de la alianza, pero también soberano”, y le ha recordado que “la política comercial se dirige desde Bruselas”, ya que las competencias están transferidas y por lo tanto la negociación con EE UU es cosa de la Comisión Europea. Hala: a esparragar, míster…

Claro, es más que probable que en la firmeza sánchica haya influido no poco la situación actual del PSOE y los casos de corrupción, lo que ha obligado al presidente a hablar con los otros partidos en los que se apoya el Gobierno y que más de uno le habrá pedido a cambio, entre otras cosas, que en esto se plante… Pero que sea por un motivo u otro me da igual: me sigue pareciendo estupendo que alguien lo haya hecho. ¿Quién se ha creído el rubiales para venir dando órdenes a los demás países cuando además demuestra día tras día que no es un aliado nada fiable? Anda y que le den dos duros… A ver si el Perrosanxe se anima y les largamos también de las bases, que ya toca…

Y es que ya digo: darle cortes al presidente estadounidense es hasta terapéutico, dado que se dedica constantemente a imponer lo que los medios ya denominan “la diplomacia del vasallaje”, que traducido viene a significar que a este señor lo que le gusta es que le laman el trasero todo el rato, y cuanto más y mejor se lo lames mejor trato recibes. El ejemplo más claro de este fenómeno lo ha dado el secretario general de la OTAN, el holandés Mark Rutte, hasta extremos que ya dan vergüenza ajena. Otros como los monarcas del Golfo Pérsico han sido más “finos” y han anunciado compras milmillonarias de productos estadounidenses que aún está por ver que vayan a hacer efectivas o le han regalado un Boeing 747 para que lo convierta en su avión presidencial, que resultan como trucos de hábil comerciante, pero lo de Rutte no hay por donde cogerlo, de tan arrastrado. Va y le envía un mensaje privado de esta guisa: “Vuelas hacia otro gran éxito en La Haya […] Europa va a pagar a lo GRANDE [las mayúsculas son suyas], como debería, y será tu victoria”. Claro, a Trump le faltó tiempo para hacerlo público, y es algo con lo que debes contar cuando le envías un mensaje privado a este señor. Entre eso y que le llamó “daddy” (“papaíto”, traducido), presentando al presidente estadounidense como el papá que llama al orden a sus hijos díscolos, Israel e Irán, para que hagan las paces, una figura que resulta tan inapropiada como sonrojante por lo cursi… Anda, que vaya secretario general tiene la OTAN.

En fin, que con este panorama da gusto ver que alguien le dice “no” a Donald Trump. Cómo será la cosa que incluso en The Washington Post han aplaudido la postura de Sánchez. En efecto, el periodista Eduardo Porter, en su artículo El alto coste de la ‘paz mediante la fuerza’ de Trump, escribe que “El primer ministro español, Pedro Sánchez, atacado por negarse a aceptar las exigencias de Trump, no se equivoca al argumentar en defensa de la red de seguridad social de España, que asumiría gran parte del costo de un fuerte aumento en su presupuesto militar” y que “preservar el bienestar social contribuye a la estabilidad mundial”. A ver si cunde el ejemplo y por fin el resto del mundo le da al matón lo suyo, leñe.

Foto: Gage Skidmore​


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