Con el cáncer, ni un fallo

Sin duda uno de los temas más importantes del mes de octubre ha sido el caso de los cribados del cáncer de mama en Andalucía, que aún no está claro a cuántas mujeres ha afectado pero lo que sí es seguro es que se cuentan por miles. Se trata además de uno de esos temas que me hacen preguntarme en qué tipo de sociedad vivimos (por supuesto, en el mal sentido), ya que hemos visto intentos de quitarle importancia, politización indecente desde el principio e incluso ataques al colectivo de víctimas, algo que ya clama al cielo, pues por mucho que lo intente no soy capaz de ponerme en el lugar, para entender cómo funciona su mente, de alguien capaz de cargar contra personas que sufren una enfermedad tan terrible y que tienen todo el derecho del mundo a reclamar, exigir y protestar lo que estimen conveniente, pues bastante fastidiada es ya su situación y bastante miedo da como para que venga ahora una panda de desalmados y te haga la vida más desagradable.

Y es que imaginen la situación y pónganse en el lugar de una mujer que ahora de repente se entera de que la prueba que le hicieron hace bastante tiempo no salió todo lo bien que pensaba, que toca repetirla y que se ha perdido un tiempo precioso para hacer lo necesario de cara a combatir la enfermedad. Precioso de verdad, pues no habiéndose descubierto de momento la cura para el cáncer, detectarlo a tiempo es de los pocos recursos que tenemos realmente efectivos para evitar que el trance sea mortal. Pueden ustedes suponer el efecto que esto tendrá sobre el ánimo de esa mujer (el ánimo, otro de los recursos importantes para afrontar la enfermedad y los tratamientos, que como sabrán son bastante duros también). Y comprenderán además que algo así no puede sino romper la confianza de las pacientes afectadas en la sanidad, porque… ¿cómo volver a confiar en ella después de una cosa así?

Y es que, señores y señoras, con el cáncer no nos podemos permitir ni un solo fallo. Según la Sociedad Española de Oncología Médica, “El cáncer sigue siendo una de las principales causas de morbi-mortalidad en el mundo y en España. En 2020 se diagnosticaron aproximadamente 18,1 millones nuevos casos de cáncer en el mundo (excluyendo los tumores cutáneos no melanoma) y el número de nuevos diagnósticos aumentará a 28 millones de casos nuevos al año para 2040”. En España, las cifras para 2024 se estimaban en 286.664 casos según los cálculos de REDECAN, lo que suponía un ligero incremento con respecto al año 2023. Podemos considerarlo sin exagerar una de las auténticas pandemias de nuestros tiempos, para la que no hay vacuna ni una cura única, dependiendo la supervivencia muchísimo del tipo de cáncer y muy especialmente del diagnóstico temprano, lo que en este caso ha fallado. Y, como digo, esto no nos lo podemos permitir.

Y en el origen de este fallo se encuentra algo ante lo que veníamos alertando desde hace ya tiempo: los recortes y la privatización de la sanidad. El Salto informaba de que el 31% de los presupuestos de la Junta de Andalucía para 2026 irán destinados a la sanidad, pero gran parte de ello a la llamada “colaboración público-privada”, esto es, a conciertos con empresas, como en años anteriores. En este sentido, la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública apunta que desde 2019 la privatización de la sanidad andaluza ha aumentado en un 39%, y en 2025 el 48% del presupuesto sanitario será destinado a compañías privadas. Esto no ocurre solo en Andalucía, claro, y no es una buena noticia: tenemos una excelente sanidad pública, y corremos el riesgo de perderla y descender al nivel de países tercermundistas como EE UU, donde si no tienes dinero puedes morir a las puertas de un hospital sin que te atiendan; donde cuando los políticos no se ponen de acuerdo y el Gobierno “cierra”, como ahora, los trabajadores públicos dejan de cobrar su sueldo y deben recurrir a los bancos de alimentos.

“Bueno, pero lo de los cribados ha ocurrido en Andalucía, y estamos en Madrid”, dirán. Pues bien, hoy, 10 de noviembre, leemos en El Plural: “La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha reconocido un error en sus cribados del cáncer colorrectal similar, aunque a menor escala, al de los del cáncer de mama en Andalucía. La Administración madrileña ha señalado ‘una incidencia’ en la comunicación de los resultados por carta del programa de cribado de cáncer de colon y recto (Prevecolon), con impacto directo en aproximadamente 500 personas”. Lo dicho: ni un solo error en esto. Que se investigue, se solucione, se depuren responsabilidades y se aseguren de que algo así no vuelve a suceder.


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