Lo que perdemos en la construcción de la losa de la M-30 en Ventas
ALEJANDRO FERNÁNDEZ. ASOCIACIÓN VECINAL GOYA DALÍ, 22 de diciembre de 2025
Crónicas de la losa (VII)
Desde que comenzó a finales de junio la construcción de la innecesaria losa de la M-30 en Ventas, denominada por el Ayuntamiento sin ninguna vergüenza “Parque Ventas”, además del propio presupuesto de dicha obra, cercano a los 100 millones de euros (IVA incluido), la ciudadanía tiene que asumir otras “pérdidas”, como consecuencia del impacto generado por la obra.
El coste económico que ya conocemos es muy evidente: los dos distritos “involucrados”, Salamanca y Ciudad Lineal, deben aportar de sus presupuestos de forma “solidaria” al 50% y durante los próximos tres años los millones necesarios para financiar el proyecto. Si no estamos equivocados, esto representará el 30% del de Ciudad Lineal y el 50% del de Salamanca. Los nuevos costes o pérdidas, que no se comunican ni se compensan en el proyecto pero que implican coste social y económico, son las derivadas de las horas perdidas en el transporte público y privado por los atascos en la zona y el aumento de la contaminación atmosférica y acústica directa e indirecta. Estos costes se cargan directamente a la ciudadanía.
Pérdida de horas de transporte
En la primera fase de la construcción, finales de junio/inicios de julio hasta inicios/mediados de noviembre de 2025, se ha disminuido y cambiado el uso de los carriles de la M-30 sentido norte. Esto ha provocado una disminución del tráfico normal y, durante cuatro meses, unas retenciones y atascos que muchísimos de los usuarios han calificado como “ratonera”. Midiendo durante una semana completa y extrapolando los datos, mediante las franjas de atascos de la herramienta de Google Maps, son desalentadores:
1. Reducción de la velocidad habitual de 90/80 km/h a una media de 20 km/h.
2. Aumento del tiempo de recorrido (Nudo Sur/Ventas) de unos 3 a 5 minutos hasta necesitar un tiempo de unos 15 a 20 minutos.
3. Todo ello para unos 1.400 automóviles/2.100 personas involucradas en cada “tramo” de atascos (20 minutos, Nudo Sur Ventas).
4. Total, que ha provocado, por cada uno de estos cuatro meses, unas 440.000 horas perdidas/mes extras en transporte por este tramo de la M-30, que hay que multiplicar por 4 meses, hasta noviembre de 2025, cuando se volvieron a habilitar todos los carriles de la M30 sentido norte en la zona, volviendo a su anterior normalidad. Y dicen los usuarios que “se nota”.
Contaminación directa e indirecta
Según algunos estudios, un automóvil parado, estando al ralentí en un atasco o zona de retenciones de tráfico, contamina un 50% más que un coche a su velocidad normal. Es fácil deducir, por tanto, que las obras de construcción de la losa de la M-30 en Ventas están significando para los barrios aledaños unos niveles de contaminación más altos que antes no teníamos. Eso sin tener en cuenta el constante trasiego de camiones de gran tonelaje entrando y saliendo y la maquinaria pesada que se está utilizando.
En cuanto a la contaminación indirecta, consecuencia del diseño del proyecto y producida por los trabajos de construcción, los datos son desalentadores. El uso del hormigón necesario para los pilares y la estructura base de la losa, los materiales de construcción, los movimientos de tierras, el transporte de las estructuras, acarreo de materiales, etc., durante los 22 meses planificados para los trabajos representan una huella de carbono tan gigantesca que, con la propuesta “verde” que refleja el proyecto, vamos a tardar más de un siglo en compensar.
Según cálculos de algunos expertos, para recuperar el desequilibrio energético generado por todo ello se deberían reponer cerca de 100.000 árboles, todos de gran porte y en perfecto estado de salud. Para entender la magnitud y aterrizar las cifras, baste decir que en el Parque del Retiro hay actualmente unos 15.000 árboles... Defendemos que estos son datos que, al menos, hay que conocer y tener en consideración para obtener una visión global y completa de todo este proyecto. Una visión global que debería estar en conocimiento de los habitantes de la ciudad y que todos los vecinos y vecinas, contribuyentes y residentes debemos conocer y valorar.
Las cuestiones de fondo siguen sin respuesta por parte de nuestros responsables: ¿es necesario este proyecto desde una mirada social, real, presupuestaria, de necesidades actuales? ¿O es un proyecto que “esconde” algunos intereses que se desconocen? ¿Estamos equivocados? Si es así, quedamos a disposición de quien quiera/pueda argumentar de forma razonada que realmente la losa es un desarrollo beneficioso para nuestra ciudad.
