Pandemia: ¿cambia el mundo?

Cuando comenzó por desgracia la pandemia, muchas personas se preguntaban si con esta crisis sanitaria cambiaría nuestra sociedad a mejor. Muchos analistas apuntan la aparición de un nuevo mundo tras la pandemia de la COVID-19. Una especie de ilusión de un nuevo mundo perfeccionado más solidario, pacifista, sin desigualdades, ecologista, feminista, iba a amanecer después de esta pandemia. Bien es cierto que muchas personas se han organizado para ser solidarios con vecinas y vecinos que están sufriendo no solo las consecuencias sanitarias de este virus, sino también las económicas y de soledad.

En pleno confinamiento colaboré con Radio Enlace (radio comunitaria del distrito de Hortaleza), donde ya hace años realice un programa, Laboratorio de igualdad, con la periodista Yolanda Peña. En este caso, se trataba de una entrevista que me hicieron sobre los efectos de la pandemia con perspectiva de género. El entrevistador me preguntó si creía que nuestra sociedad cambiaría, y le conteste con un rotundo “no”.

Las pandemias no cambian radicalmente el curso de la humanidad, aunque pueden alterar considerablemente fenómenos ya existentes. Este virus letal aumentará las desigualdades sociales, y el atroz neoliberalismo se llevará por delante como siempre a quien sea. Las élites salvaguardarán sus privilegios y además ganaran más dinero con la desgracia de millones de seres humanos, como siempre. Las epidemias no entienden de países, pero sí de clases sociales. La brecha de género aumentará en todos los ámbitos: familiar, económico, empleo, financiero, etcétera.

Una vez realizado este diagnóstico, necesitamos soluciones. Ya sabemos que es una crisis sanitaria, económica y social. Y me temo, ojalá me equivoque, que hemos visto la punta del iceberg. Exigimos a nuestros gobernantes garantizar debidamente el funcionamiento de la sanidad y la educación pública y proporcionar recursos suficientes, y ágilmente, a las personas y familias más afectadas económicamente por la pandemia. Es fundamental llevar a cabo sin demora políticas de soporte a los hogares, la sanidad, la educación y a las empresas. La soberanía nacional reside en el pueblo, y nuestros gobernantes trabajan para la ciudadanía. Exigimos una buena gestión sanitaria, educativa, social y de empleo.

Carmen Castañón
Presidenta de XXI en Igualdad
enigual@xxienigualdad.org


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