Una parábola, una analogía, una pregunta: ¿no les da vergüenza?

Cuenta Lucas, en su Evangelio, la parábola del buen samaritano. De manera muy resumida, es como sigue. Un hombre es asaltado y abandonado malherido junto al camino, por ese camino pasa un sacerdote que decide no auxiliarle. Luego pasa un levita que hace lo mismo. Finalmente pasa un samaritano que le socorre. “¿Cuál de los tres  cumple el precepto de amar al prójimo?”, pregunta Jesús. “Pues haced lo mismo”, concluye.

La pandemia del coronavirus ha golpeado en nuestro distrito con mucha fuerza. Con una dureza mayor de la que aparece ante nuestros ojos. Sabemos que hay dolor, sufrimiento y también hambre. Soterrada, oculta, pero real y angustiosa. Sabemos, además, que hay familias a las que no se puede atender por falta de capacidad logística y de infraestructuras. Nos preocupa mucho la situación de tantas personas. Los Servicios Sociales atienden a más de 800 que tienen dificultades para comer. Con su labor callada y abnegada, Cáritas y las parroquias se “ocupan” de otro gran número de personas necesitadas, asimismo algunas entidades vecinales (como La Atenea, que atiende actualmente a 120 familias y tiene a más de 60 personas en lista de espera). Está claro que no es suficiente; insistimos, hay personas en lista de espera para recibir una bolsa semanal de alimentos básicos.

Como Mesa de Derechos Sociales y Personas Refugiadas del Foro Local del Distrito Salamanca, órgano de la Junta Municipal, nos preocupa esta situación sobrevenida por la que atraviesan demasiadas personas. A pesar de tantos esfuerzos, hay familias que siguen desatendidas. Por este motivo, la Mesa elevó al pleno de la Junta una proposición para que las instalaciones del Centro Cultural Buenavista, con acceso por la calle Cartagena, se utilizasen para resolver este déficit de infraestructura. Siendo dichas instalaciones, como son, al aire libre, se garantizaría así un reparto más seguro de los alimentos. Los tres grupos que sustentan al Gobierno de la Junta Municipal votaron en contra de la mencionada propuesta. El minoritario en la oposición también se opuso.

Por distintos “motivos”: unos no reconocen el Foro Local, otros tienen la imperiosa necesidad de hacer suyas las propuestas de la ciudadanía y los grupos que conforman el Gobierno aducen que la atención a estas personas corresponde a los Servicios Sociales. Están en lo cierto, es responsabilidad de la Junta y por eso solicitamos que se optimicen todos los recursos de que dispone. Mientras tanto, decenas de hambrientos esperan. De la misma manera que el sacerdote y el levita de la parábola, se niegan a auxiliar a quien lo necesita. Y como son formaciones de profundas convicciones heredadas de la tradición cristiana, sabemos que conocen la respuesta a la pregunta que formulaba Jesús. Es por esto que nos preguntamos, que les preguntamos: ¿no les da vergüenza?


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