La Operación Asfalto 2025 refuerza sus obras en el Distrito
JMD SALAMANCA, 15 de septiembre de 2025
La Operación Asfalto 2025, realizada por el Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, añade seis calles más en su proyecto de este año en nuestro distrito. Después de proceder al asfaltado de las calles de Amorós, María Teresa, Pilar de Zaragoza, Povedilla y del paseo de Recoletos que correspondieron a 10.971,57 metros cuadrados de superficie renovada, se suman las siguientes vías de Salamanca: calles de Antonia Ruiz Soro, de Bolonia, del Jardín de San Federico, de Brescia, de las Naciones y del Canalillo. Esta ampliación del proyecto renovará 10.988,87 metros cuadrados más en el Distrito, lo que supone un total de 21.960,44 metros cuadrados con el asfaltado de las 11 calles.
El objetivo de la campaña anual de asfaltado supone renovar los pavimentos de las calzadas con criterios de sostenibilidad. Con estas actuaciones se mejora la comodidad y seguridad de los usuarios y disminuyen los niveles sonoros de rodadura y la contaminación del aire y se preserva el patrimonio municipal viario, lo que evita deterioros para no tener que realizar una renovación completa del pavimento, que supondría una inversión mucho mayor. El nivel de obsolescencia de las calzadas y la intensidad media de tráfico que soportan son algunos de los criterios para priorizar la rehabilitación de las vías.
Además, la sostenibilidad también está presente en los materiales utilizados en la Operación Asfalto 2025. La mayor parte de las toneladas de asfalto serán mezclas asfálticas más sostenibles frente a las mezclas en caliente tradicionales. Y aproximadamente un tercio del total de la superficie asfaltada de la ciudad se pavimentará con mezclas bituminosas en caliente fabricadas con betunes modificados con polvo de caucho reciclado con neumáticos.
Con estos procesos se reducen las emisiones de gases contaminantes como el CO2 y el SO2 y la mitad de los compuestos orgánicos volátiles, así como la exposición de los trabajadores a humos, hidrocarburos y olores. La menor temperatura también reduce el consumo energético entre un 11% y un 35%, con lo que las temperaturas ambientales para trabajar son menores.