HISTORIAS DEL DISTRITO. La utilidad de lo inútil (III)

Mes chers lecteurs,

Sigue impresionándome el cuadro de Tiziano Carlos V en la batalla de Mühlberg. No solo por reconocer en él el arte del pintor veneciano, no solo por ser un ejemplo a seguir por numerosos (y también grandes) pintores que le precedieron.

Entre otros ejemplos de su singularidad podemos encontrar que Tiziano apenas (excepcionalmente) salía de Venecia para realizar encargos, pero dada su amistad con el emperador acudió a Augsburgo para realizarlo.

Esta obra casi desaparece, y por ello su tela sufrió con el incendio del Real Alcázar (Navidad 1734), durante la Guerra Incivil Española (otoño 1936) y durante el traslado a Ginebra (a pesar del  trabajo descomunal para su preservación por Timoteo Pérez Rubio, Sánchez Cantón, Renau, Vaamonde y José María Sert).

Finalmente, el marco procede del taller de carpintería de bellas artes de José Cano (C/ Gobernador, 1). La protección del pintor Joaquín Sorolla y los encargos recibidos de El Prado (casi la mitad del enmarcado los cuadros del museo es obra suya) permiten que sus hijos (Joaquín y Pablo) creen en la Carrera de San Jerónimo 38 un salón, la galería de arte más antigua de nuestra ciudad.

Hablemos, pues, de las galerías de arte, espacios dedicados a exhibiciones temporales, promoción y venta de obras artísticas. Amén de su repercusión y símbolo de la evolución económica, social, artística y cultural de nuestra ciudad fuero, son y serán además de un agente dinamizador de la educación artística un lugar de encuentro sentimental.

De esta manera reconocerán que era inevitable hacer un recorrido por algunas de nuestro barrio, traer su recuerdo a quienes las vivieron. Recrearlas desde esta página que desea hacer memoria y homenaje.

Juana Mordó, con Tàpies, Miró y Alberti.

Quizás la más antigua del Barrio Salamanca sea Salón Nájera (1934-2010; plaza de la Independencia, 4), pero apenas se sabe de ella antes de 1955.

Es precisamente en la década de los cincuenta cuando surgen las galerías:

— Turner (1951-1956), C/ Serrano 5, al cargo de Manuel Arroyo Stephens y José Esteban. Quizás tuvo más renombre en otras ubicaciones. Por ejemplo, la conocerán por la editorial homónima.

— Sala Vilches (1951-1965), C/ Serrano 50, José Luis Vilches. Era también conocida como Selecciones de Arte J. L. Vilches. A destacar, por ejemplo, una exposición dedicada a Goya (sensacional) (30/04/1951).

— Neblí (1958-1969), C/ de Serrano 80, dirigida por Jaime López Asiaín. Venancio Blanco, Zóbel, Eusebio Sempere y Lucio Muñoz pasaron por ella.

— Darro (1959-1962), C/ Lista (ahora Ortega y Gasset) 40, Paco Muñoz funda y la dirige José M.ª Moreno Galván y Alejandro Reino. Ofreció exposiciones como El arte español de 1925 y 1935. Entre los artistas ibéricos y los ADLAN.

— Mayer (1959-1962), C/ Lista  40; y San Jorge (1959-1960), C/ de Velázquez 86. Antonio Gala (con Llonset Marañón) llegó a dirigir la galería Mayer. Contó con exposiciones como De Goya a Picasso y creó el premio “Crítica de Madrid”. Por ella pasó Genovés.

Juana Mordó, una mujer que marcó una época.

Tenemos en los sesenta: Amadís (1961-1975), C/ José Ortega y Gasset, 71; El Bosco (1964-1968), C/ Conde de Aranda 14; Edurne (1964-1967), C/ Villanueva 23; EGAM (1969-2014), C/ Villanueva 29; Estudio Cid (1969-1982), C/ Núñez de Balboa 119; Eurocasa (1968-1970), C/ Claudio Coello 35; Galería Fauna´s (1969-2007), C/ José Ortega y Gasset 23; Grin-Gho (1962-1966), C/ Ayala 10, y (1966-1974) C/ Serrano en varias etapas y números: 100 (1966-1974), 93 (1971-2005) y 98 (1973-1975); Ispahan (1969-1980), calle Serrano 11; Juana Mordó (1964- 1994), C/ Villanueva 7 y otra sede en C/ Castelló, 7; Kreisler (1965-1987), C/ Serrano 19; Old Home (1969-1980), C/ Serrano 118; Ramón Durán (1966-1974), C/ Serrano 36; SEN (1969-1995), C/ Núñez de Balboa 37; y Skira (1968-1984), C/ Lista 23.

Entre todas ellas le corresponde a Juana Mordó (1899–1984) un papel fundamental e indiscutible para romper la dinámica de la postguerra y, desde el 14 de marzo de 1964, abanderar la voz de la modernidad. Juana era y sigue siendo una mujer fascinante, una mujer que marcó una época.

Tan solo les mencionaré a algunos artistas que pasaron por su galería: Vassily Kandinsky, Hans Hartung, David Hockney, Robert Motherwell, Nam June Paik, Joan Miró, Antoni Tàpies, Eduardo Chillida, Antonio López, Julio López Hernández, El Paso (Manuel Millares, Antonio Saura, Martín Chirino o Rafael Canogar), Gustavo Torner, Gerardo Rueda; J, Carmen Laffón, Equipo Crónica, Eduardo Arroyo, Francisco Bores, Fernando Botero, Rómulo Maccio, Alberto Greco…

Destacó por su gran cultura, su sensibilidad, por su visión de futuro, por el coraje de ofrecer exposiciones nada acomodaticias que podían suponer conflictos con la autoridad (recordemos que en España existe una dictadura), por perfomances como las del Grupo ZAJ o la presentación de libros de Santiago Carrillo y La Pasionaria. Juana Mordó recibió la Medalla de Oro (27/06/1983) de las Bellas Artes por parte de Juan Carlos I.

Antonio Saura, frente a la Galería Juana Mordó tras el atentado de los Guerrilleros de Cristo Rey.

Hubo un tiempo, como afirmaba en una de sus columnas el escritor y periodista Manuel Vicent, que se puso de moda decir “nos vemos el sábado en casa de Juana Mordó”. Sin duda, no solo aquella galería: más de uno hubiéramos deseado asistir un sábado a su casa, coincidiendo con José Luis Sampedro, Gerardo Diego, Luis Rosales o Tierno Galván.

De hecho Juana fue periodista mucho antes que excelente anfitriona y una genial galerista. Sabemos que para la emisión francesa de Radio Nacional de España. Firmaba como Carmen Soler. Entre sus primeras colaboraciones entrevistó a Azorín. Hizo muchas entrevistas, reportajes, habló de literatura, de arte… Todos los artículos los comenzaba con la frase: “Mes chers auditeurs”.


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