HISTORIAS DEL DISTRITO. Murcia en La Guindalera

José Planes Peñalver, en acción

“Mi fórmula para vivir a gusto
es trabajar a gusto.
No ser envidiado ni envidioso
y plantar árboles
con mis propias manos”
(José Planes Peñalver)

 

 

Hace unos días, paseando un día de lluvia por la Castellana andaba reflexionando sobre este mes de marzo comparándolo con el de hace dos años…Y vine a dar con Julia.

Elaborada con resina de poliéster y polvo de mármol blanco, doce metros de altura. Siempre pensativa, ahí en ese pedestal de la plaza de Colón, donde estuvo ubicada algunos años la del Almirante… La colocaron para que nos acompañara un año, con la idea de retirarla en diciembre de 2020. Sin embargo, Julia permaneció sola, reflexionando en esa plaza vacía… Como todas las calles, plazas y avenidas de nuestro barrio, de Madrid, de España… Y del mundo…

'Julia', de Jaume Plensa, en la plaza de Colón

 

Un buen amigo, artista, me comentó hace tiempo desayunando juntos que le agradó ver la noticia aquí, en DSalamanca, de que ella se quedaba con nosotros hasta diciembre… Pero afirmaba que debería quedarse para siempre, porque la escultura de Jaume Plensa está donde debe estar. Yo también pienso lo mismo.

Y hablando de escultores, o mejor dicho de artistas ilustres de nuestro barrio, deseo hablarles de José Planes Peñalver (Senda de Granada, pedanía de Espinardo, Murcia 23/12/1891 – 15/07/1974).

De pequeño se dedicó a hacer esculturas con barro de bancales intentando imitar las de los belenes (le encantaba el de la iglesia de la Compañía) y la imaginería de Semana Santa. Entre limoneros, en los trigales, ocultándose de las personas mayores y tan solo mostrándoselos a sus amigos de la escuela, quienes fueron sus primeros descubridores.

Cuando descubrieron su obra oculta, sus padres le enviaron a clase de Dibujo en Murcia en el Círculo Católico de Obreros, donde su maestro fue José Mª Sobejano; después, en la Sociedad Económica de Amigos del País, aprendió a modelar y pintar bajo la maestría de Antonio Meseguer; y finalmente entró en el estudio-taller de Anastasio Martínez Hernández, donde también aprendió arquitectura.

Planes empieza a ser conocido en Madrid a partir de 1918 por una exposición que realizó en el Ateneo de dibujos y esculturas. Fue invitado por Juan de la Cierva y Peñafiel, ministro de Guerra, murciano como Planes y protector del artista.

'Desnudo', de José Planes, en el Casino de Murcia

 

Planes volvió a Murcia, y en 1920 presenta Desnudo, que resulta premiada con el 3º premio en la Exposición Nacional con 3.000 pesetas, y al ser adquirida por el Casino de Murcia le abonan otras 15.000. Dicho premio le permite casarse con Dolores Sánchez García, modelo en sus estudios y compañera de vida, y adquirir un terreno en Madrid…

Aunque Planes ya había vivido en la calle Jardines, y después en la de Hermosilla, fue de alquiler. Es en La Guindalera donde compró el solar, en la calle María Teresa 11. En dicha finca intentó recrear su tierra natal: construyó con sus propias manos una casa, un estudio–taller y una huerta.

En La Guindalera creó el Cristo de la Vida Eterna (1946), talla que representa al Mesías exánime, a tamaño natural, rostro sereno, cuerpo contraído por el dolor. Encargada para la iglesia mayor de Santiago en Jumilla. Destinada para el culto en una capilla lateral, fue expuesta primeramente en el Museo de Arte Moderno en Madrid (ABC, La Verdad, Línea), siendo sacada en procesión desde 1971 en Jumilla.

En Madrid, además de la exposición en el Ateneo, se vieron sus obras (1932) en la calle Marqués de Cubas 7, en el salón de El Heraldo de Madrid (29-03/13-04-1931); en el Círculo de Bellas Artes (donde expone un busto de Daniel Vázquez Díaz. 1932, 1947 y 1950); en el Palacio de Velázquez (El Retiro, 1950)… Incluso realizó un proyecto para el puente de Praga (1950) en la Arganzuela.

Y nos legó el busto de Ibáñez Martín, ministro de Educación, en la Ciudad Universitaria de Madrid (1948); el de la bailarina Mari Paz en el Cementerio del Oeste (Madrid. 1948); el Crucificado para el Convento Iglesia de la Asunción (plaza de las Capuchinas, 3. 1954); el monumento a Elena Fortún del Parque del Oeste (1957); grupos escultóricos para el edificio la Dirección Nacional de Loterías (calle Guzmán el Bueno, 137. 1963); el busto que robaron de la plaza de Rubén Darío dedicado al poeta nicaragüense (1967)… En El Escorial, una estatua sedente de Felipe II (1959).

Su obra está repartida por toda España en calles, plazas, iglesias: Valdepeñas (Ciudad Real), Béjar (Salamanca), Ayamonte (Huelva), Vigo (Pontevedra), Santander, Málaga… Y en el extranjero: en Roma participó en una exposición de arte sagrado (1950), destinó 12 obras para el Instituto Internacional de Boston (1950), 9 esculturas para la I Bienal Internacional de São Paulo (Brasil. 1957), el busto de Isabel la Católica en San Juan (Puerto Rico. 1958)…

Obtuvo el primer premio del Concurso Nacional de Bellas Artes por su Desnudo (1932), la Primera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes por su Dolorosa (1943) y fue elegido miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando sustituyendo a otro grande (José Clará).

Curiosamente, el busto que creó en homenaje a Ricardo Cordoniú (1963) en la plaza de Santo Domingo (Murcia) se deterioró y encargaron a su nieto, José Planes Lastra (Madrid, 1953), su restauración.

Aquí estuvo unos años antes de volver nuevamente a su tierra natal…

Decía el poeta Walt Whitman que “El arte del arte, la gloria de la expresión y la luz del Sol de las letras es la simplicidad”. El arte de José Planes es un vivo ejemplo.


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