Dos nuevos nombres en el callejero del distrito de Salamanca

CARLOS RODRÍGUEZ EGUÍA.

Eduardo Aunós, en Fuente del Berro.

No es la primera vez que se cambia la nomenclatura de las calles madrileñas. El primer nombre de Príncipe de Vergara se conmutó por el de General Mola en 1940, siendo alcalde el conde de Peñalver. Volvió a denominarse Príncipe de Vergara en 1981, cuando era alcalde Enrique Tierno Galván. Sin embargo, el colegio Reina Victoria Eugenia, inaugurado en 1906 en Príncipe de Vergara y llamado Eduardo Bonet en 1931 y General Mola en 1940, no recuperó su primera denominación hasta 2010, durante la alcaldía de Alberto Ruiz-Gallardón.

Por el artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica (2007), se insta a las Administraciones públicas a retirar “escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura”. En consecuencia, la alcaldesa Manuela Carmena ha decidido comenzar por el cambio de 30 nombres, a partir del segundo semestre de 2016. En el distrito de Salamanca son dos: calle Eduardo Aunós en Fuente del Berro y pasaje General Mola en Goya.

Posiblemente haya residentes en Eduardo Aunós que no sepan a quién se dedica la calle. El catalán Eduardo Aunós Pérez (1894-1967) fue embajador en Bélgica (1939-1940) y Argentina (1942-1943). Siendo ministro de Justicia (1943-1945), elaboró un proyecto de Constitución para España, donde concebía al Estado como una monarquía social y corporativa y que no tuvo éxito.

Más conocido es el general Emilio Mola Vidal (1887-1937), nacido en la entonces Cuba española e hijo de un guardia civil. Realizó la mayor parte de su carrera militar en Marruecos. Como director general de Seguridad (1930-1931), reprimió los movimientos  republicanos. Su  plan de golpe de Estado en 1936 fracasó; pero elaboró un programa de alzamiento nacional contra la República y asumió el mando del Ejército del Norte. Falleció en accidente de aviación, a causa de la niebla. Corrió el rumor de un sabotaje instigado por Franco.

Se supone que será femenina la nueva nomenclatura, tanto de la calle como del pasaje, si se tiene en cuenta a Rita Maestre, portavoz del Ayuntamiento, cuando al anunciar el 21 de diciembre la aprobación del cambio en el callejero por el pleno municipal dice: “Las mujeres son absolutamente invisibles en nuestro callejero”. Afirmación que contradice al Callejero de Madrid, donde se pueden ver 42 nombres femeninos que comienzan por A, entre ellos el personaje literario cervantino Aldonza Lorenzo, a quien Don Quijote llama Dulcinea (también en el callejero) del Toboso. Y podríamos continuar hasta la Z, para encontrar más nombres de mujer, como el de Zenobia Camprubí, escritora y esposa del Nobel Juan Ramón Jiménez. ¡Cosas veredes!

Pasaje General Mola, en Goya

 

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