Fracturas de raquis por osteoporosis

 ¿Qué es una fractura vertebral?

Es una lesión de una vértebra causada generalmente por un traumatismo. En personas con osteoporosis, este traumatismo puede ser leve, mínimo o incluso tras una tos o un estornudo. La zona de mayor debilidad y propensa a fracturarse es la región anterior, produciendo fracturas por acuñamiento del cuerpo vertebral.

¿Qué es la osteoporosis?

La osteoporosis se define como una disminución de la cantidad de calcio depositada en la estructura del hueso, lo que produce una fragilidad ósea con debilidad exagerada del hueso y un mayor riesgo de fractura ante traumatismos banales. Suele afectar a la columna, sobre todo a nivel dorsal y lumbar, y es más frecuente en mujeres mayores de 65 años.

Síntomas y diagnóstico

El dolor es el síntoma principal. Es agudo e intenso, localizado en una zona determinada que coincide con el nivel de la fractura. Cede en reposo y se intensifica con los movimientos o al caminar.

En una radiografía lateral de columna se puede apreciar una reducción de la altura del cuerpo vertebral superior al 20% con respecto a otras vértebras. En TAC se visualiza mejor y también si existe alguna repercusión sobre el canal vertebral. La resonancia magnética sirve para diferenciar las fracturas antiguas de las recientes.

Tratamiento de fracturas vertebrales

El objetivo del tratamiento es disminuir el dolor, mejorar la movilidad temprana del paciente, conservar la estabilidad sagital de la columna y prevenir el compromiso neurológico tardío.

En la fase aguda se realiza un tratamiento conservador con analgesia y antiinflamatorios habituales. El reposo o la inmovilización vertebral con ortesis tipo faja o corsé son útiles.

Si el dolor no se controla, se plantean tratamientos quirúrgicos como las técnicas de cifoplastia o vertebroplastia, que consisten en la inyección de cemento líquido en el interior del cuerpo fracturado a través de una aguja. Cuando el cemento se endurece impide que se colapse la vértebra. El dolor mejora en las primeras 12 horas. El inconveniente de estas técnicas es que se tienen que hacer en el primer mes del traumatismo para ser eficaces. En algunos pacientes con vértebras inestables se puede realizar, además, una fijación con tornillos en las superiores e inferiores para una mayor estabilidad.

Dra. Paloma Pulido Rivas. Servicio de Neurocirugía


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