Yamaha Tricity: un triciclo para adultos

Transcurridos tres meses desde el comienzo, por razones sanitarias, del aislamiento de la población, una vez que nos incorporamos físicamente a nuestros trabajos, y estando en una situación de protegernos de una posibilidad cierta de contagio si no tomamos las precauciones adecuadas, muchos ciudadanos han dirigido su mirada a las motos para evitar medios de transportes colectivos, por la cercanía con otros viajeros, especialmente en grandes ciudades donde todo son ventajas para estos pequeños vehículos que nos desplazan con un coste mínimo de combustible, facilidad para su aparcamiento, mantenimiento barato, coste de adquisición bajo y una mayor celeridad y maniobrabilidad en los desplazamientos.

Así parece que, con anticipación, debió pensarlo Yamaha cuando en el año 2014 presentó su modelo Tricity 125, el primer scooter de tres ruedas del fabricante japonés, pensado para la movilidad urbana y que se puede conducir con el carné B, el de coche, que se quiso diferenciar de otros vehículos de tres ruedas a fin de dotar al modelo nipón de menor tamaño y peso y una gran agilidad y menos consumo.

Para ello se acude a un motor monocilíndrico de cuatro tiempos y 125 cc de inyección refrigerado por líquido y utilizando lo último en tecnología de Yamaha, con un pistón fabricado en aluminio con un porcentaje de silicio que lo hace resistente y duradero al tiempo que aligera su peso. Los pistones de aluminio mejoran la distribución del calor aumentando las prestaciones del motor tanto en invierno como en verano. Con esta configuración de motor logra una potencia de 12 CV, suficiente para, de manera elegante, gracias a su atractivo diseño, mover el vehículo con soltura en el tráfico urbano del parisino bulevar Malesherbes o en la calle de Serrano.

Se ha buscado aligerar también el peso y se le ha dotado de un pequeño depósito de 6,6 litros de combustible, suficiente para su uso en ciudad, ya que este modelo tiene un peso contenido de 152 kg frente a los más de 200 kg del MP3, haciendo cierta aquella ecuación de “a menor peso, menor consumo”.

Tecnológicamente, este pequeño modelo está dotado de muchos más elementos de seguridad y conducción que otros vehículos más grandes. Las horquillas de sus ruedas delanteras son una joya industrial. Dispone de frenada combinada que acciona el freno de disco delantero de 220 mm junto con el posterior de 230 mm. Accionando la maneta de freno izquierda, la fuerza de frenado se reparte entre las tres ruedas, y si se acciona solo la maneta derecha se actúa únicamente sobre el tren delantero. Esto añade seguridad y facilidad en la conducción de los usuarios menos experimentados. El ABS forma parte de su configuración tanto en las ruedas delanteras como en la trasera.

Las ruedas delanteras han sido deliberadamente diseñadas con un ancho entre ellas que permita al Tricity desplazarse entre los coches y dote al vehículo de una seguridad que no tiene ninguno de dos ruedas, haciendo que pueda circular con facilidad en zonas húmedas, adoquines o railes de tranvía y permitiendo su conducción segura también en zona de curvas gracias al agarre de sus dos ruedas delanteras.

En definitiva, es un vehículo urbano asequible y elegante, con una excelente sensación de estabilidad y seguridad, fácil de conducir para gente poco experimentada, con una magnifica frenada, fácil de aparcar, ligero y compacto, con una excelente postura de conducción y espacio de almacenamiento para el casco situado bajo el asiento, con un faro led potente y eficiente, y divertido de conducir.

Quien en las actuales circunstancias quiera huir de la concentración de viajeros en el metro o en el autobús, puede encontrar en la Tricity una buena aliada, y aquellos que se hayan aburrido de los atascos con su coche pueden plantearse esta cómoda y barata alternativa, desde 4.000 euros al contado o bien con la facilidad de Yamaha de adquirirla sin intereses, en cómodos plazos (oferta válida hasta el 31/07/2020). 


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