Los vecinos y el ‘Brexit’

ROBERTO BLANCO / ÁFRICA MARTÍNEZ.

Dos temas han copado en junio la actualidad informativa: las elecciones del 26J y el referéndum en el Reino Unido sobre su permanencia o no en la Unión Europea, donde finalmente se ha impuesto la salida por muy poquito. Como sobre las elecciones ya hemos hablado largo y tendido, en esta ocasión nos hemos decidido por el Brexit, tanto por su importancia como por ser la de las ventajas e inconvenientes de la UE una cuestión que siempre está “en el ambiente”. Queríamos saber qué opinan al respecto los vecinos, y les hemos preguntado.

María Barbado

Jediael Álvarez

María Barbado nos cuenta que lo sucedido le entristece, “porque viví varios años en Londres, tengo vínculos con Inglaterra y el inglés es mi segunda lengua. También porque creo en el proyecto original de la UE. Es de entender que haya sectores que estén cansados de la falta de respuestas a los problemas de la ciudadanía, de la opacidad, crudeza y falta de humanidad de las políticas, etc. Antes veíamos a Bruselas como una ‘hermana mayor’ que nos daba protección y medios, ahora no acabamos de sentir los beneficios de pertenecer a esta comunidad. Dicho lo cual, desde el respeto a decidir de los pueblos, opino que lo que ha movido principalmente a los votantes británicos es: nacionalismo exacerbado, rechazo hacia los inmigrantes e ignorancia de lo que realmente votaban”. Para Jediael Álvarez, éste ha sido “el mayor reto al que se ha enfrentado la UE. El proceso del Brexit es la metáfora de las actitudes que gobiernan la Unión. La pugna entre aquellos que están dispuestos a defender su propio interés frente a los defensores del proyecto común. Reino Unido solo ha sido la materialización de esta tensión”. Victoria Sánchez considera “lamentable que el nacionalismo y el populismo hayan podido convencer a la mayoría de los británicos. Esto demuestra que la UE no ha sido capaz de mostrar un proyecto convincente a la ciudadanía europea, donde ésta viese resueltos sus problemas”. John  Biggs, vecino inglés, apunta que el Reino Unido “es desde siempre una democracia representativa, y nunca ha sido una democracia de plebiscito. Nuestro primer ministro ha jugado con el bienestar de su patria y de la democracia por el interés de su propio partido. Lo ha hecho con tanto descuido que ni siquiera puso al referéndum la regla de una mayoría cualificada” para su validez.

John Biggs

María reconoce que le resulta difícil “ver el alcance real de no pertenecer a la UE. Parece lógico que estar en el mercado único genera más beneficios que menos, pero no sé hasta qué punto el poder decidir con más autonomía sobre la circulación de bienes y servicios pueda ser mejor para el país o región en cuestión. Con respecto a la circulación de personas, esto debe ser libre: es un derecho fundamental, y contribuye al crecimiento de los países en todos los sentidos. De la libre circulación del capital tengo mis dudas”. Para Jediael, la consecuencia es “la polarización y la división en un sentido amplio. En términos políticos y sociales parece evidente la escalada de violencia ejemplificada con el asesinato de la diputada laborista  Jo Cox o en el aumento de los episodios xenófobos. También están apareciendo nuevas fracturas sociales como la que pone en disputa a la generación ‘Erasmus’ contra los ‘nostálgicos supervivientes del imperio’. Al mismo tiempo, se recrudecen las fracturas tradicionales como la territorial, que probablemente legitimará un nuevo referéndum en Escocia. Para la UE, las consecuencias son diversas y, en ocasiones, contradictorias. Me detendré en dos: la positiva es que se pone fin al veto del miembro que más dificultades ha puesto al proyecto de la Unión, y esto abre una ventana de oportunidad. La parte negativa es que esta ventana de oportunidad la está aprovechando la nueva extrema derecha populista-soberanista”. Para Victoria, “Estamos ante una larga incertidumbre sobre los diversos escenarios posibles, lo que hace que muchos economistas teman por una desaceleración de las inversiones, dañando a la economía del país. Sumando a esto las diferentes revueltas sociales que han comenzado a desarrollarse por parte de un sector que rechaza tajantemente la salida del Reino Unido. Respecto a las consecuencias para la UE, la consultora Global Counsel ha afirmado que tras el Brexit ésta perderá su atractivo comercial a nivel mundial, además de poder internacional, añadiendo la caída del PIB en los países europeos, como ha apuntado la OCDE. Sin olvidar que las fracturas en el interior de la UE van más allá de la posición adoptada por el Reino Unido, la marcha británica facilita el crecimiento de movimientos populistas que ya emergen sobre el territorio europeo”. John concluye: “el efecto económico será muy malo para el Reino Unido y la UE, con una pérdida grave de puestos de trabajo e inversión. Vamos a ver muy pronto las consecuencias negativas, y por eso puede ser que haya más unidad en la UE y voluntad para hacer reformas. En cuanto a Inglaterra, que veamos un Gobierno nuevo de coalición que acabe con la aventura del Brexit”.

Victoria Sánchez

Preguntamos si podría ocurrir algo parecido en España. María es tajante: “Sinceramente, no lo veo”. Victoria considera que actualmente “estamos alejados de tal situación. Creo que los partidos mayoritarios de nuestro país no harían una propuesta electoral tan arriesgada. Sin embargo, no debemos olvidar que en España, al igual que en otros países, la crisis sobre los fundamentos de la UE ha despertado fuertes corrientes euroescépticas que, lejos de la búsqueda de soluciones al conjunto, abogan por forzar unos nacionalismos protegidos mediante fronteras y exiguamente solidarios”. John, por su parte, expresa: “espero que un Gobierno español no haga semejante tontería después de ver el resultado ridículo que se ha dado en el Reino Unido”. Jediael apunta: “la UE debería plantearse que en todos los países existen sensibilidades parecidas, como la percepción por parte de la ciudadanía de un alejamiento de las instituciones, falta de democracia, la existencia de una élite de burócratas y tecnócratas que decide en función de intereses particulares… Estos datos, revelados por las percepciones de la ciudadanía según Eurostat, también abren el camino hacia un proyecto de Europa social y democrática. No podemos olvidar que Europa significa paz, cooperación, democracia y Estado del bienestar. Depende de las decisiones de los líderes europeos hacer probable o imposible que España o cualquier país pueda marcharse”.

 
Para la realización de este reportaje hemos contado con las 
opiniones de:


María Barbado, 36 años, profesora de inglés autónoma; Jediael Álvarez,
24 años, estudiante de postgrado; Victoria Sánchez, 24 años,
politóloga especializada en comunicación política; John  Biggs,
50+ años, autónomo (inglés).

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