‘Lo que más me motiva es poder ayudar a los demás’

Lucía Roncero Sánchez, médica interna residente de Oncología Médica

Nos acompaña este mes la médica interna residente de Oncología Médica Lucía Roncero Sánchez, salmantina de nacimiento de 29 años de edad. Licenciada en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid en 2016, lleva formándose desde 2017 en actividad asistencial, docente e investigadora. Asimismo, ha completado su formación con una rotación en CSUR de Sarcomas en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de octubre a diciembre de 2020. Actualmente está realizando una formación especializada en tumores ginecológicos en la Clínica Universidad de Navarra de Madrid.

En sus palabras, ¿quién es Lucía Roncero Sánchez?

Una chica muy trabajadora. Soy risueña e intento ayudar todo que puedo. Aunque soy una persona casera y familiar, los viajes están entre mis aficiones favoritas.

De su trayectoria, ¿de qué momentos tiene los mejores recuerdos?

Pues en general solo almaceno buenos recuerdos de mi pasado. De mi infancia en Salamanca rodeada de mi familia, con la que por desgracia a día de hoy no puedo convivir. De Galicia, mi segundo hogar y mi segunda familia. Y de mi época universitaria, en la UCM, seis años de carrera maravillosos por la gente que me acompañó. Mi año de Erasmus en Angers, Francia, fue ­inolvidable, pero al mismo tiempo duro por estar “sola” fuera de casa.

Lucía y sus amigas, en el Hospital Universitario Gregorio Marañón, tras terminar la carrera (2016). Foto: Cedida.

 

¿Y cuál ha sido su mayor reto?

Probablemente mantener la cordura en la sociedad en la que vivimos. La competitividad y la autoexigencia desde el colegio (Bachiller), la carrera y la oposición después… Es difícil no perder el objetivo de la profesión y de tu vida. Más ahora tras la pandemia, la profesión medica ha sido muy expuesta a las críticas. Por retrasos en la atención a la ciudadanía, se juzga y se oculta desde los medios el gran esfuerzo y sacrificio de cada uno de los profesionales que luchan contra el sistema, por vocación, pero que por desgracia no dan abasto para atender todas nuestras necesidades.

¿Qué es lo que más le motiva de su labor como médica?

Como ya he dicho antes, poder ayudar a los demás, aunque solo sea en pequeñas dosis. Y por supuesto acompañar a los pacientes en momentos tan importantes de sus vidas es de lo más gratificante de mi profesión.

XXIII Congreso de R5, el umbral de la práctica oncológica. Foto: Cedida.

 

¿Cómo ve la situación de la oncología, esa otra grave pandemia, en nuestra ciudad?

En nuestra ciudad y en el mundo. El cáncer mata a mucha más gente que el coronavirus y parece que se nos olvida. Es fundamental la detección precoz, que va de la mano de los screening poblacionales. Eso salva muchas vidas.

¿Proyecto en el que participa actualmente?

Pertenezco a la Sociedad Española de Oncología Médica, que desempeña múltiples programas, principalmente investigación en nuevas terapias dirigidas. Actualmente mi objetivo es terminar mi formación en tumores ginecológicos. Uno de mis proyectos futuros sería formarme en psicooncología, para abarcar ambas esferas tan importantes en la vida diaria.

Propósitos a futuro, u otras intenciones.

Me parece fundamental algo que me dijo mi supervisora de enfermería, Loli: “es importante que la sociedad deje de asociar el cáncer con una sentencia de muerte”.  Continuar con la investigación en nuevos tratamientos y seguir con mi labor asistencial, ayudando a pacientes y sus familias.

Para terminar, ¿cómo es su relación con nuestro distrito?

Pues ya son muchos años los que he pasado entre estas calles. Más que ser de Madrid, soy del barrio. Lo tiene todo: parques, ocio y ambiente. Creo que no se puede pedir más.


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