RINCONES DEL DISTRITO. La vida es como un tranvía

Existía un tranvía, el 28, que, proveniente de la Red de San Luis, paraba en la calle Serrano esquina con Diego de León, en las cocheras de Sociedad Madrileña de Tranvías. Después recorría entera Diego de León, y venía a parar a Guindalera: se introducía por Alonso Heredia, donde posiblemente a la altura con Agustín Durán existía un apartadero, para después proseguir girando en Pilar de Zaragoza, Béjar y ya en Cartagena para dirigirse a la Prospe. En algún momento, quizás en los cincuenta, decidieron que a la vuelta bajara por la calle Méjico.

Precisamente no muy lejos de la parada del 28, en Agustín Durán y al final de la calle Méjico, se encontraba un terreno de la familia del joven Juan Manuel de Urquijo y Landeche, IV marqués de Urquijo, más conocido como marqués de Loriana. La recién creada Sociedad Atlética madrileña (otoño 1926), escisión de la Real Sociedad Gimnástica española, allí cercó una zona donde hizo un campo de atletismo que contaba con una pista de carreras y zona de lanzamiento y una modesta caseta donde poder cambiarse.

El tranvía 28, que atravesaba el Distrito Salamanca.

 

La sociedad la fundaron Manuel Climent, Ramón Bauz, Leyra, Víctor Faure, R. Hernández Coronado y Manuel Robles, eligiendo al marqués de Loriana como presidente. Entre ellos Manuel Robles, además profesor de la asignatura Juegos y Deportes del Instituto Escuela (IE, sección Retiro), el mes de abril de 1929 decide organizar la denominada “sección femenina” de la Sociedad Atlética con ayudantes y alumnas.

► Equipo de Castilla en el II Campeonato de España, celebrado en Montjuic.

 

El IE (actualmente IES Isabel la Católica) era un centro privado que desarrolló el modelo educativo de la Institución Libre de Enseñanza, donde se valoraba la educación física como una disciplina necesaria para el desarrollo personal. Margot y Lucinda Moles (19 y 22 años respectivamente), Aurora Villa (15 años), Carmen Herrero Ayllón (15 años), Pilar y Carlota Ribed (12 años) se prepararon para participar el 23 de junio en el primer concurso atlético femenino disputado en España, en las ya mencionadas pistas de la SA. Lo primero que hicieron las hermanas Moles y Aurora fue acondicionar ellas mismas la vestimenta, cambiando las faldas por unos pantalones cortos y camisetas de tirantes. Bajo la disciplina de Manuel y por méritos propios obtuvieron en las seis pruebas que se realizaron los primeros récords de España: Aurora en velocidad, 60 metros lisos y altura; Margot en lanzamiento de peso y disco; Lucinda en longitud; y Carmen en jabalina. Carlota, la más pequeña, solo obtuvo un meritorio 2º puesto en salto de altura.

Después ellas siguen trabajando en diversas disciplinas, por ejemplo natación. La sociedad formada por Margot Moles y Aurora Villa consigue el 1º y 2º puesto en el II Campeonato de Castilla de Natación en septiembre de 1931. En octubre contribuyen Margot, Lucinda y Aurora a la creación del Club Canoe Natación Club (fusión del Canoe Club y Club Natación Atlético), institución deportiva que con el tiempo demostró ser una de las mejores de España.

Las hermanas Moles: Lucinda (izq.) y Margot (dcha.)

 

Y por fin el primer reto nacional, el I Campeonato Femenino de Atletismo de 1931 (23 y 24 de octubre) en el campo de la Sociedad Atlética. Hubo dos inconvenientes: el temporal, que no impidió se desarrollara en unas óptimas condiciones, y el aspecto económico. Ya se denunciaba el escaso apoyo de las instituciones y abandono del atletismo castellano, y poco interés en la sociedad. En la competición ganaron las catalanas, pero Aurora Villa quedó entre las tres primeras en siete pruebas de las diez que participó. Ganó en altura y jabalina. Lucinda en martillo, longitud y longitud sin carrera; Margot en peso y disco.

La popularidad de las Atléticas crecía, ofreciéndose una entrevista en Unión Radio realizada por Carlos Fuertes a Margot y Lucinda Moles el 27 de octubre. El 2º reto llegó en 1932: el II Campeonato Nacional se celebró en Montjuic, Barcelona. Solo pudieron viajar Margot, Lucinda y Aurora Eguiluz gracias a la ayuda de Ricardo Villa, tío de Aurora, director de la Banda Municipal de Madrid, que medió para que el Ayuntamiento de Madrid aportara una subvención.  Aurora destacó en ocho pruebas, ganando altura, jabalina y 600 metros lisos. Bate de nuevo dos récords de España. Margot domina peso y disco, logrando un récord internacional (lanzamiento de martillo) que no pudo ser superado hasta 1975.

Aquí me detengo, animándoles a descubrir a mujeres tan fascinantes. Les dejo unas breves pinceladas:

Aurora Villa, además de ser la primera decatleta española, decidió estudiar Medicina, obteniendo una plaza en Alcazarquivir y demostrando que la cultura y el esfuerzo te permiten llegar muy lejos, siendo la primera oftalmóloga española.

Carmen Herrero: de atleta a científica.

 

Carmen Herrero fue una de las primeras mujeres en licenciarse en Ciencias Químicas, convirtiéndose en una eminente científica.

Lucinda Moles se marchó en 1933 a Estados Unidos para estudiar en el prestigioso Wellesley College Fisiología aplicada al juego y deporte. Desarrolló su carrera allí, dedicándose a la enseñanza.

Margot Moles siguió desarrollando sus facetas deportivas, siendo incluso capitana del Athletic Club de Madrid de hockey sobre patines, enseñando educación física o compitiendo en alta montaña y participando en los JJ OO de invierno en 1936. Ese año cambió todo en España, y desde 1939 el atletismo quedaba prohibido para la mujer por “masculinizante”.

Quiero que cierre Margot mi artículo: “Nosotras no creemos en la superioridad del sexo masculino. Creo que hay un atraso formidable de muchos siglos que ha cohibido y ha mermado nuestro espíritu, pero la historia está llena de ejemplos que apoyan que la tesis de que la mujer está dotada de los elementos raciales suficientes para ocupar en la vida un papel igual al del hombre”.


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