Un centenar de activistas por los derechos de los animales acudía la noche del 6 de junio a Las Ventas para participar en una protesta solemne en memoria de los 174 toros que han sido asesinados con motivo de las fiestas de San Isidro. Los participantes han depositado cientos de velas frente a la puerta principal del edificio en homenaje a las víctimas.La acción ha sido convocada por el colectivo antitaurino Gladiadores por la Paz, y se ha prolongado hasta pasada la medianoche. Varios transeúntes que pasaban por allí se han unido a la protesta espontáneamente. Los activistas, portando cada uno una vela encendida, se han sentado en silencio ocupando toda la calle, con el único sonido de un tambor fúnebre de fondo. A continuación han depositado sus velas en la capilla ardiente en señal de respeto hacia los inocentes que han sido torturados y ejecutados en virtud de la mal llamada “fiesta nacional”.
Se trata del colofón final de una serie de acciones que el colectivo ha llevado a cabo durante las fiestas de San Isidro para visibilizar el maltrato y denunciar la violencia de estos festejos. El 2 de junio, Óscar del Castillo, fundador de Gladiadores por la Paz, saltó al ruedo de la misma plaza de manera pacífica durante la corrida que se estaba celebrando y recibió una brutal paliza por parte de la cuadrilla. Como resultado ha perdido un diente y ha sufrido contusiones en todo el cuerpo. Se ha interpuesto una denuncia contra el apoderado Jorge Arellano por agresión y lesiones, y también contra Canal Plus por injurias y calumnias.
Desde Gladiadores por la Paz transmitimos nuestra intención de seguir trabajando para denunciar todos los casos de maltrato hacia los animales y hacia las personas allá donde se produzcan a pesar de las agresiones que sufrimos constantemente y de las sanciones abusivas que nos imponen las Administraciones amparándose en la Ley de Seguridad Ciudadana. Somos más de 30.000 ciudadanos concienciados y tenemos un objetivo claro: darles voz a quienes no la tienen y dejar a nuestros hijos el legado de una sociedad más justa y pacífica de la que se sientan orgullosos de formar parte.