Del distrito de Fuencarral-El Pardo al de Salamanca



CARLOS RODRÍGUEZ EGUÍA. Abril 2018.

Como en la película Titanic, cuando el barco de la dictadura se hundía, la orquesta seguía tocando. En el caso del traslado de Carmen Polo Martínez-Valdés desde el palacio de El Pardo, en el barrio de El Pardo, hasta el número 8 de Hermanos Bécquer, en el barrio de Castellana, la orquesta estaba formada por incondicionales de la “generalísima del Pardo”, como la llamaba el periodista monárquico Luis María Ansón. Otros incondicionales, la banda del regimiento de la Guardia de Franco interpreta el himno nacional y el toque de oración, al arriar el estandarte, en la despedida de El Pardo. Furtivas lágrimas caen por las mejillas de la mujer, otrora poderosa, nostálgica ahora, consciente de que nada había quedado atado y bien atado. Más que traslado de domicilio es un ocaso, como en la ópera de Wagner Götterdämmerung (El ocaso de los dioses).

Era un 31 de enero de 1976. Poco después de las 18:00, Carmen Polo, viuda desde el 20 de noviembre de 1975, abandonaba el palacio de El Pardo, donde había vivido 35 años. Un Mercedes azul la traslada a su nueva mansión de unos 600 m2, en Hermanos Bécquer. La acompañan su hija y su nieta Carmen. Sus adictos la saludan y los incondicionales no cesan de vitorear, como ocurrió en la despedida de El Pardo, donde también se entonaron canciones entre vivas.

No todos los muebles, enseres y regalos se transportan a Hermanos Bécquer. Tan solo los más personales. Algunos se dejan en fincas de los Franco: Valdefuentes, Canto del Pico, pazo de Meirás y palacio Cornide. Carmen Polo reside en el primer piso y luego pasa al cuarto. Fallece en el tercero. El edificio del número 8 de Hermanos Bécquer consta de seis pisos, con ascensor hasta el quinto, planta baja y sótanos. En 1945, se escrituró a nombre de la sociedad anónima Ursuaria, de la que eran accionistas Felipe Polo Martínez-Valdés, José María Sanchiz Sancho y Ramón Díez de Rivera. En 1978, Carmen Polo era la única accionista de Ursuaria. Después de su muerte en 1988, la hija alquila el ático de 578 m2 con terraza de 30 m2 por 7.000 euros al mes. Un lujo, al alcance de los pocos que pueden ver el cielo desde ese ático igual que muchos desde la calle.

No lejos de Hermanos Bécquer, en el número 28 del paseo de la Castellana, se alquiló un segundo piso de unos 250 m2, desde 1926 hasta 1935, a nombre del teniente coronel Francisco Franco, ascendido a general en 1934, casado en 1923 con Carmen Polo Martínez e hijo del marino librepensador, de costumbres disolutas y filo-masón Nicolás Franco Salgado-Araujo (1855-1942), que después de más de 15 años de matrimonio deja a la mujer (Pilar Bahamonde), se distancia de los hijos legítimos (Nicolás, Francisco, Pilar y Ramón), sobre todo de Francisco, y se une a Agustina Aldana, con la que convive.

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