‘La sanidad no se vende, ¡se defiende!’

El 25 de mayo, gran manifestación en defensa de la sanidad pública en Madrid

La existencia de un sistema sanitario público, de calidad, universal y gratuito es una conquista social enorme. Frente a la dramática realidad de otros países donde no hay sanidad pública, lo que nos encontramos quienes gozamos de ese derecho, que quien lo necesita pueda recibir asistencia sanitaria de máxima calidad independientemente de su nivel económico, es algo fundamental en nuestras vidas. Sin embargo, este derecho, en la Comunidad de Madrid y en muchas otras, es un derecho que en lugar de defenderse, ampliarse y desarrollarse se encuentra amenazado. Lo amenazan las políticas de las Administraciones que desean un modelo de sanidad privada, donde sus amigos de las multinacionales hagan grandes negocios a costa de nuestra salud. Y es que la Comunidad de Madrid es la que menos invierte por habitante en Atención Primaria (auténtica columna vertebral y puerta de entrada del sistema sanitario) y la que mayor porcentaje de dinero público entrega a las empresas de la sanidad privada. Una vez más dinero público que en lugar de ir a cubrir necesidades sociales y mejorar la vida de la gente va a los bolsillos o las cuentas en el extranjero de quien más tiene y menos lo necesita.

En la Comunidad de Madrid vemos claramente una política de desinversión, de décadas de abandono de los servicios públicos y apuesta clara y sin complejos por la sanidad entendida como un negocio solo para quien pueda permitírselo. Años de estas políticas tienen como resultado que nos encontremos con una sanidad pública cada vez más amenazada. En marzo de 2022 más de 4000 profesionales de la sanidad pública madrileña fueron despedidos. Las plantillas de profesionales cada vez son más reducidas. No se suplen bajas, ni vacaciones ni permisos de profesionales. Todo esto, esta política deliberada de estrangulamiento de la sanidad pública, tiene como consecuencia que ahora las listas de espera ya superan el millón de personas, en concreto 1 070 000 personas que esperan a ser atendidas. Además, el tiempo de espera para la consulta con el especialista supera en muchos casos el año. Cada vez es más habitual que la cita con el médico de cabecera se demore a 15 días o incluso un mes, cuando lo ideal sería plazos de 24 horas. También hay centros de salud, sobre todo en los barrios obreros de Madrid, donde directamente no dan cita médica. Esta situación que han generado años de recortes es un verdadero peligro para nuestra salud y la de nuestros familiares y seres queridos. Especialmente dramática es la situación de la pediatría. Una de cada tres plazas de pediatría en la Comunidad de Madrid no está cubierta, por lo que más de 300 000 niñas y niños no tienen pediatra asignado (lo cual repercute en el seguimiento de su salud), y cada vez se normaliza más el hecho de que los centros de salud no tengan pediatras y las familias sean rechazadas cuando acuden con sus hijes buscando atención pediátrica. Todo lo contrario de lo que debería ser. Debería cuidarse más la salud de niñas y niños, apostar por la prevención y el seguimiento y reforzar los servicios que garantizan los derechos de los y las más pequeñas.

Los Servicios de Urgencia de Atención Primaria fueron cerrados por la propia Comunidad de Madrid. Cuando los volvieron a abrir, la mayoría lo hicieron sin médicos. Esto genera situaciones difíciles en las zonas rurales, que quedan sin cobertura sanitaria. Ya se han dado casos en que personas han fallecido tras acudir a los Servicios de Urgencias de Atención Primaria y que no hubiera médico para poder atenderles.

También la salud mental está sumamente abandonada cuando es extraordinariamente necesaria. Son las personas más vulnerables, ancianas o con enfermedades crónicas quienes más sufren este panorama inadmisible.

Ante esta situación tan dramática no nos resignamos. No vamos a permanecer de brazos cruzados viendo como desmantelan el sistema sanitario y nos arrebatan una conquista social enorme. No pensamos que la solución sea hacernos seguros privados. Vamos a exigir en las calles, uniéndonos y luchando por una sanidad pública de calidad. Una sanidad pública con medios materiales y humanos, con profesionales valorados y con condiciones laborales dignas para que mejore la calidad asistencial. Son muchas las movilizaciones que se dan, en algunos casos incluso semanalmente, en territorios de toda la Comunidad donde la situación es más sangrante. Se han entregado decenas de miles de reclamaciones a la Consejería de Sanidad. Pero consideramos que no es suficiente y queremos ir un paso más allá. Aumentar la intensidad de la protesta. Es por esto que el próximo 25 de mayo cuatro columnas saldrán de distintos puntos de la ciudad de Madrid. Convergeremos en la plaza de Cibeles para demostrar que quienes queremos sanidad pública somos muchas, que somos más. Que exigimos sanidad pública de calidad. Para conseguir que sea un éxito esta movilización necesitamos de la implicación y participación de todos y todas. Ponte en contacto con nosotres.

¡Uniéndonos lo conseguiremos!

 


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