Una victoria que no lo es



ROBERTO BLANCO TOMÁS. Junio 2019.

Pese a ganar las elecciones municipales, Carmena no obtiene una mayoría que le permita gobernar. El partido más votado en el Distrito fue el PP, con un 38,09%

De alguna manera, las municipales del 26M han sido “crónica de una muerte anunciada” para Manuela Carmena, alcaldesa en funciones, que probablemente acabará aquí su carrera política, a no ser que sus oponentes no logren ponerse de acuerdo. Si en 2015 ya necesitó un pacto para llegar al Ayuntamiento, el lógico desgaste de estos cuatro años y la división de Ahora Madrid han propiciado un retroceso en los comicios, que le han supuesto la pérdida de un concejal (de 20 en 2015 a los 19 obtenidos el día 26), lo justo para que, sumado al que ha perdido el PSOE (de 9 a 8), se hagan trizas sus posibilidades de repetir mandato ante la previsible unidad de los partidos de derechas.

Y es que esto del fin del bipartidismo ha abierto todo un universo nuevo de posibilidades, cálculos y alianzas. Vean si no el caso del Partido Popular, que pese a caer de 21 concejales a solo 15 (un “cebollazo” en toda regla), se siente “ganador” de las elecciones por ser la formación con más escaños de las tres destinadas a entenderse, todas ellas de derechas, lo que significa que, imprevistos poco probables aparte, lo más seguro es que su candidato, José Luis Martínez-Almeida, se convierta en el próximo alcalde de Madrid.

Sí, es cierto: aún queda bastante que negociar, limar y pulir entre los tres presuntos “partidos pactantes”, pero como digo todo apunta a que así será: ya lo hemos visto en Andalucía, y no parece haber nada que lo impida aquí en Madrid. Ni los supuestos escrúpulos que ha mostrado Ciudadanos ante la idea de pactar con Vox, que al final y en la práctica se han quedado en eso, en “supuestos”. Solo nos queda comprobar cuánto se hace de rogar la formación naranja para rentabilizar sus 11 concejales (4 más que en 2015) y para marcar alguna diferencia, algo fundamental para un partido que pretende a medio plazo llegar a liderar la derecha y ganar elecciones. También tendremos que ver el partido que Vox saca a sus 4, totalmente necesarios para que Martínez-Almeida sea alcalde. Pero vamos, al final se entenderán todos, ya lo verán.

En cuanto a nuestro distrito, destacar que aquí los resultados no coincidieron en absoluto con los de toda la ciudad. El partido más votado fue el PP, con 31.356 votos (un 38,09%, muy por encima del 24,23% de toda la ciudad); seguido de Cs, con 17.435 votos (21,18%, algo superior al 19,13% de todo Madrid); Más Madrid, con 16.591 votos (20,15%, bastante por debajo de su resultado general, un 30,94%); Vox, con 8.497 votos (10,32%, tres puntos más que el 7,63% logrado en toda la ciudad); y el PSOE, con 6.040 (7,34%, lejos del 13,72% cosechado en todo Madrid).

Como curiosidad, comentar que la abstención en Madrid ha sido similar a las anteriores elecciones municipales, 31,77% esta vez frente a 31,09% hace cuatro años, pero lo que ha bajado a la mitad han sido los votos en blanco: 0,43%, frente al 0,97% de 2015.

 

 
Y en la Comunidad, otro tanto

En las elecciones a la Comunidad de Madrid celebradas el mismo 26 de mayo ha pasado algo parecido a lo descrito sobre nuestra ciudad. En este caso, ha sido el PSOE el partido vencedor, con 37 escaños en la Asamblea regional (los mismos que en 2015), pero esta vez parece que tampoco va a conseguir recuperar la presidencia madrileña, pues no le llega con su alianza más probable. Una posible suma de los escaños de Más Madrid (20) y Unidas Podemos + IU + Madrid en Pie (7), que tras el fraccionamiento obtienen esta vez los mismos que hace cuatro años todos juntos, se quedaría a tres de la mayoría absoluta. Nuevamente, la coalición más posible será la de la derecha: los 30 escaños del PP (18 menos que en 2015: con todo, otra caída espectacular), sumados a los 26 de Cs (9 más que en 2015) y a los 12 de Vox. En cualquier caso, en política nunca hay que descartar sorpresas. “Veremos”, dijo un ciego…

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