El dolor de hombro

HOSPITAL NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO. Marzo 2018.

Se estima que entre el 6 y 11% de los menores de 50 años y entre el 16 y el 25% de los mayores de esta edad sufren dolor en el hombro en algún momento de su vida. Este dolor puede deberse a múltiples causas con origen en el hombro, pero también a muchas otras alejadas de esta articulación (lesiones de la columna cervical como la artrosis, hernias de disco o patologías más complejas como un infarto agudo o incluso un tumor en el tórax).

Por su parte, son los tendones del manguito rotador los que provocan la mayoría de los cuadros dolorosos propios de esta articulación. Las características de estos tendones los hacen susceptibles de irritación, dolor y finalmente rotura. El hombro es una articulación extremadamente móvil para permitir colocar la mano en cualquier posición del espacio. Precisamente para que el hombro pueda ser tan móvil sin dislocarse, estos tendones rodean la cabeza del húmero, estabilizándola. De entre los cuatro tendones del manguito rotador, el más implicado en los procesos de tendinitis aguda y crónica es el que recorre la parte superior de la cabeza del húmero y con más frecuencia se atrapa.

Características de la tendinitis del hombro

Las tendinitis del manguito rotador provocan dolor, debilidad o ambos. Muchos pacientes no pueden identificar ningún traumatismo como origen, y en algunos casos es un sobreuso repetido el causante. El dolor se describe típicamente como extendiéndose hasta la parte superior del brazo, lo que a veces confunde a los pacientes. Si el dolor se sitúa en la región posterior del hombro o hay irradiación más allá del codo, habrá que sospechar un origen en la columna cervical. También es característico que aumente con el uso del brazo especialmente por encima del hombro y que sea más agudo de noche, frecuentemente interrumpiendo el sueño.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

En un primer momento se solicita una radiografía con la que descartar alteraciones óseas y una ecografía para valorar el estado de los tendones. En ocasiones, cuando se intenta valorar con más precisión el tamaño y extensión de la rotura, se solicita una resonancia magnética.

¿Cómo es el tratamiento?

El tratamiento inicial incluye el reposo y antiinflamatorios en las tendinitis agudas. Cuando el dolor se prolonga en el tiempo, requerirá de la colaboración de la fisioterapia.

Finalmente, cuando existen cuadros de atrapamiento crónico de los tendones, con o sin rotura, que no responden a las medidas anteriores, entra en juego la cirugía. Hoy en día, estas patologías se realizan mediante la artroscopia. Por pequeñas incisiones se introducen cámaras de video e instrumentos que limpian el tendón y amplían el espacio de deslizamiento, además de permitir coserlos o reanclarlos al hueso cuando están rotos.  La cirugía es mínimamente invasiva, aunque es inevitable un período de inmovilización tras la operación, que el especialista pauta en cada caso.

 
Prof. Fernando Marco
Traumatólogo y jefe de Especialidades
Quirúrgicas del Aparato Locomotor
Hospital Nuestra Señora del Rosario

 

 

 

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