Audi S5: el cielo de Madrid



JESÚS A. BORNAO. Julio 2017.

“El cielo de Madrid” no es solo el título de una magnífica novela de Julio Llamazares que pueden leer este verano; una crónica sobre la búsqueda de la felicidad de una generación. Julio, en la presentación de su novela hace años, añadió que fue entonces cuando se dio cuenta de que lo único que hubiera echado de menos al abandonar Madrid iba a ser el cielo. Sus azules y rosas velazqueños. “A veces la naturaleza parece imitar al arte. El cielo es el que guarda los sueños de la gente. Si pudiéramos levantar los techos de las casas, podríamos ver dentro de la vida de todos”.

El comentario de los visitantes, que no turistas, sobre nuestra ciudad, es que tenemos uno de los cielos más bonitos de Europa. No podemos levantar los techos de las casas, pero sí bajar el techo de nuestro coche para ver el color rojizo de nuestro cielo en otoño. Para ello, Audi ofrece la última remodelación de un vehículo que rebosa calidad por cada uno de sus rincones, el S5 Cabrio, a la venta desde febrero con motores diésel y gasolina de 190 a 354 CV. Con el motor tope de gama no se ha querido hacer un superdeportivo incómodo, sino un vehículo para agradables desplazamientos, sin olvidar su potencia y con una suspensión suave. Para ello Audi ha tenido que realizar un gran trabajo de ingeniería para poder competir con Mercedes y BMW, que tienen una mayor tradición de vehículos descapotables.

El vehículo mide 4,67 m, habiéndose visto incrementada su longitud en 5 cm respecto de su anterior edición al aumentar su distancia entre ejes. Se ha aprovechado para añadir más espacio a los asientos traseros, lo que favorece una mayor extensión de las piernas y de los hombros de los ocupantes. En función del motor elegido, el cambio de marchas puede ser manual o automático (que a su vez puede ser de siete marchas en las versiones con motor de cuatro cilindros o de ocho en las de seis cilindros). La tracción puede ser delantera o total, que a su vez puede ser permanente (quattro) o conectable (quattro-ultra). Para las versiones más potentes está disponible un diferencial trasero deportivo.



Al estilo clásico y elegante, dispone de un techo de lona cuyo accionamiento es automático. Incluso es posible realizar estas operaciones con el vehículo en marcha a una velocidad inferior a 50 km/h, aunque en mi opinión es preferible hacerlo en parado: cuestión de gustos. El maletero tiene 380 litros de capacidad si el techo está colocado sobre la carrocería. Cuando se pliega, la capacidad se reduce a 350 litros. Espacio suficiente para que dos personas puedan viajar con un equipaje cuantioso. La forma del maletero es diáfana para que se pueda aprovechar con facilidad.

Los S5 Cabrio pueden acelerar desde parado hasta 100 km/h en 5,1 segundos, y su velocidad máxima está limitada a 250 km/h. La aceleración es peor que en la versión del S5 con carrocería coupé (necesita 4,7 segundos en la misma medición), puesto que el peso es más elevado. Los asistentes a la conducción son los mismos que en el coupé, entre ellos el programador de velocidad activo con función de detención y reanudación de la marcha en atascos, el avisador de tráfico cruzado trasero o el reconocimiento de señales. Opcionalmente los faros pueden ser de ledes normales o en disposición matricial, que tienen más funciones de alumbrado adaptativo que los normales. También se puede optar por una dirección asistida que varía su relación de giro en función de la velocidad o utilizar la de serie que dispone de asistencia variable.

Después de un recorrido nocturno transitando por las calles de nuestra ciudad con la capota bajada, siempre se puede pensar que… “de Madrid al cielo”.
Pueden informarse en Jarmauto (C/ Ayala, 48. www.jarmauto.es).

 

 

 

 

 

 

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