Varices y verano: cómo prevenir sus complicaciones

HOSPITAL Nª SRA. DEL ROSARIO. Julio 2017.

Los afectados de varices, en su mayoría mujeres, sufren pesadez de piernas, calambres, picores y otras molestias. Las válvulas de las venas de las piernas, que en condiciones normales ayudan a que la sangre regrese al corazón, se han hecho insuficientes, y la sangre se estanca en la venas y en los tejidos de las extremidades. Hay otros factores que influyen en esta retención de líquidos, como el sobrepeso, hipotiroidismo, lipedema (celulitis), artrosis de tobillos y rodillas y la toma de algunas medicaciones para la tensión.

A continuación, unas recomendaciones específicas para prevenir y tratar las varices en verano, estación del año más susceptible para que se desarrollen y empeoren. El sol y el calor tienen un efecto dilatador sobre las venas y capilares de las extremidades, y producen un aumento de la retención de líquidos con molestias como pesadez, cansancio e hinchazón.

— Se aconseja evitar las exposiciones prolongadas al sol para evitar las lesiones de sus rayos sobre la piel y el calor que vasodilata.

— Usar protección solar alta, refrescar las piernas con agua, mejor andar en la arena mojada de la playa o con los pies en el agua.

— Evitar andar sobre la arena caliente.

— Se propone también acudir a la playa en horas de menos sol, ducharse en agua fría varias veces y aplicarse crema hidratante tras el baño.

— Realizar una dieta rica en fibras y verduras y pobre en sal, condimentos, especias, fritos o picantes.

Tratamientos específicos de las varices

Solo un diagnóstico de venas dilatadas y gruesas reconocido por un especialista puede considerarse un problema real con necesidad de tratamiento. A partir de aquí, además, no siempre se adoptará la opción quirúrgica ni la misma técnica.

Los especialistas recomiendan operarlas solo si causan molestias (dolor, alteraciones cutáneas o eccemas de la piel), han supuesto complicaciones o se considera que hay peligro de que se produzcan (flebitis, úlceras varicosas o sangrado de varices).

Se registra mayor incidencia entre las mujeres, en particular en embarazadas, y grupos de población como los profesionales que pasan mucho tiempo de pie al día. Los expertos aconsejan no estar mucho tiempo sentado con las piernas cruzadas, permanecer de pie sin moverse o llevar ropa muy ajustada (incluidos los zapatos).

Más atención requieren las telangiectasias, conocidas como “varicosidades” o “microvarices”, que son las más pequeñas y casi no se perciben a la vista. Este tipo podría ser inevitable para algunas personas, de manera que la prevención constante es el único modo para evitarlas o, al menos, retrasarlas. Cualquier factor relacionado con las fluctuaciones hormonales, el uso de zapatos de tacón alto, la edad o la obesidad puede influir en su desarrollo.

 
Dr. Salvador Sánchez Coll

Angiólogo y cirujano vascular del
Hospital Ntra. Sra. del Rosario

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