¿Estamos saliendo realmente de la crisis?

Los vecinos opinan sobre uno de los enunciados más oídos en los últimos tiempos

ROBERTO BLANCO / ÁFRICA MARTÍNEZ

Políticos y medios de comunicación repiten constantemente de un tiempo a esta parte que ya estamos saliendo de la crisis. ¿Están de acuerdo nuestros vecinos con tal afirmación? Hemos dedicado nuestro cuestionario vecinal a este asunto, de máxima actualidad. Julia Amaro y Olivia Bejarano están de acuerdo, “aunque todavía queda bastante por hacer”. A juicio de Olivia, el indicador más relevante es “que el número de parados ha bajado”. Julia, por su parte, argumenta que “no hay más que consultar ciertos datos de carácter objetivo que aparecen en publicaciones especializadas”, tanto nacionales como internacionales.

Milagros Madrigal no está de acuerdo: “no se nota en la calle: cada día aparecen nuevos comercios cerrados, y aunque el paro se está reduciendo, los contratos basura y los sueldos bajos hacen que pensar en vivir con nivel de vida razonable sea una utopía”. Jaime Rubio tampoco está de acuerdo, por varias razones: “primero, la economía familiar sigue prácticamente en el mismo estado que hace 2, 3, 4 años; segundo, no se han asentado las bases del progreso con desarrollo e investigación; tercero, el paro en relación a las familias; cuarto, no ha habido un cambio de sistema significativo, y por lo tanto están las mismas estructuras políticas y económicas que antes de la crisis”. Tampoco Carlos Costa: “desde el entorno político esa información está completamente sesgada, sin mencionar qué tipos de contratos ni en qué condiciones se realizan. Y como los medios de comunicación más importantes están claramente influenciados y/o manipulados por partidos, no son objetivos.

Siempre pasa lo mismo cuando hay elecciones: quieren vender la moto. Además están los informes que
realizan distintas organizaciones como ONGs, que están desbordadas de demanda, encuestas a la población, etc.”. Ana María Reviriego piensa que “está habiendo algo de movimiento, pero todavía no hemos salido: sigue habiendo gente que pasa hambre, mucho paro, los comedores sociales aún tienen largas colas, la cantidad de ayudas económicas y servicios que se han limitado…”. Cuando políticos y medios dicen estas cosas, se suelen referir a la macroeconomía, por lo que preguntamos si nuestros vecinos ven esto reflejado en la economía de las familias. Julia argumenta: “en situaciones de crisis es necesario actuar sobre la macroeconomía para que tenga su reflejo a nivel microeconómico. Es evidente que se está en el camino de la recuperación, aunque el impacto en las economías familiares sea menor”.

En cambio, Milagros responde: “para nada: los sueldos se han reducido muchísimo. Si en la familia hay un miembro que trabaja, en la mayoría de los casos no pueden subsistir con ese sueldo; si trabajan los dos, los gastos mensuales se comen ambos sueldos; y si ninguno de la pareja trabaja, la subsistencia pasa por las ayudas que proporcionan abuelos, Cáritas…”. Jaime tampoco lo ve: “de hecho las familias van a ser las últimas en vivir el final de la crisis, después de los bancos y las empresas”. Carlos cree que “a nivel microeconómico o familiar la sociedad española está empeorando”. Olivia: “la situación económica de muchas familias es mala o muy mala, y el poder adquisitivo ha bajado mucho debido a los recortes salariales y al gran número de despidos. Todo esto ha aumentado la diferencia entre clases. Pese a esto, pienso que el panorama económico está mejorando”. Ana María concluye: “lo que veo es que el día 20 de cada mes ya se está soñando con el día de paga. Veo la dificultad de las mujeres para encontrar trabajo. Veo cómo la bolsa de la compra semanal es más pequeña que en años anteriores. Veo que las compras en general han bajado”.

¿Y qué creen que se podría hacer para mejorar la situación? Julia: “ayudaría una reducción y reorganización de todo el sector público, ya que hay demasiados políticos y cargos de libre designación”. Milagros: “dar a la gente la posibilidad de crear empresas, con créditos a bajo interés. De esta manera se reduciría el paro. Por otro lado, que el que más tiene más pague, que las grandes fortunas coticen… En definitiva, que la clase media, la más perjudicada por la crisis, disponga de más dinero para consumir y se reactive la economía”.
Jaime: “en primer lugar estimular el consumo, reduciendo el IVA por ejemplo. En segundo lugar, invertir en el futuro, en educación e investigación. Y tener autonomía e independencia a la hora de tomar decisiones que afecten a la integridad de nuestros ciudadanos”. Carlos: “lo básico es empezar por un cambio de mentalidad
ante situaciones de educación, respeto, buena praxis, honradez, honestidad, pensar en el interés común, etc.”. Olivia: “es necesario incentivar el consumo, estimulando las pymes, las contrataciones, política expansiva...”. Ana María: “promover el trabajo, aumentar ayudas a empresarios, disminuir impuestos, fomentar el aho