Els Joglars, en el barrio de Castellana



CARLOS RODRÍGUEZ EGUÍA. Junio 2017.

Con motivo de la representación de la obra Zenit. La realidad a su medida en el teatro madrileño Amaya, la compañía de Els Joglars (Los Juglares), constituida en 1961 por Albert Boadella y dirigida desde 2012 por Ramón Fontserè, ha intervenido el pasado 12 de mayo en una charla con periodistas en el salón de actos de la Asociación de  la Prensa de Madrid.

La charla versaba sobre la obra de teatro, cuyo argumento se refiere a un determinado tipo de periodismo. Los actores explicaron el proceso creativo de la obra y los asistentes participaron con preguntas y opiniones. La obra es una sátira sobre los medios de comunicación y un cierto modo de ejercer el periodismo. Se critica con bien medida mordacidad, acompañada de música, la transformación de esos medios, vitales para que la sociedad esté informada. Como la verdad no parece que les  importe, algunos han convertido al medio de comunicación en un negocio de entretenimiento y de rápido consumo, alimentador del insaciable morbo. Para ellos, prevalece la idea de que, si a más usuarios se obtiene más poder, se manipula la realidad en detrimento de la ética.

Igualmente, se presenta al usuario de esos medios de comunicación como devorador de grandes cantidades de información, siempre renovada e invalidada para formar criterio. El consumismo no solo ha deformado un amplio sector del periodismo actual y a periodistas irresponsables, sino que también el medio de comunicación resulta incontrolable. Al  prevalecer los índices de audiencia y las cuotas de mercado o de pantalla, la veracidad pasa a un segundo plano.

Visualmente, se representa el funcionamiento de un periódico: Zenit. La sociedad editora, sus oscuros intereses y los de amistades afines se imponen sobre el periodista, convertido en un mero trabajador, al margen de éticas y moralidades. En una escena, los reporteros preguntan intimidades de mal gusto a un entrevistado. Cuando surge la noticia en otro lugar, se marchan rápidamente. El espectador sacará sus propias conclusiones, a la vista de este espectáculo tan frecuente. Eso mismo, sin caricatura ni escenografía, se ve en una realidad que supera a la ficción. Els Joglars han acertado en presentarnos, en una obra de teatro, la realidad a la medida de quien así quiere verla.

En definitiva, la obra reflexiona sobre la responsabilidad de los medios de comunicación y los usuarios, sean lectores de prensa, radioyentes o televidentes, desde la perspectiva de un periodismo nada ortodoxo, al que afortunadamente no han derivado todos. Los periódicos de distrito y otros pertenecientes a la llamada “prensa de proximidad”, distribuidos gratuitamente, costeados mediante publicidad y publicados mensualmente, no practican ese periodismo desvirtuado, sino que sirven, en la mayor parte de los casos, los intereses más nobles de la ciudadanía, informando verazmente de cuanto pueda interesar a los lectores, protagonistas también de noticias y reportajes. Lamentablemente, esos periódicos son poco conocidos, incluso por la Administración.


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