‘Mi prioridad es el Distrito Salamanca’

Cayetana Hernández de la Riva, nueva concejala del Distrito

En septiembre les acercamos a la nueva concejal-presidenta del Distrito Salamanca: M. Cayetana Hernández de la Riva. Nacida en Madrid en 1973, soltera y sin hijos (tiene un perro que comparte con su madre y que es la pasión de ambas), ha ocupado en el último mandato el mismo cargo en el Distrito Arganzuela (2019-2023). Durante su trayectoria profesional ha sido directora de gabinete del portavoz del PP en el Senado entre 2004 y 2011 y directora de gabinete del presidente de la Cámara Alta entre 2011 y 2019. Estudió, entre 1993 y 1995, en San Pablo-CEU una especialidad de Secretaría Ejecutiva de Dirección, y antes de dedicarse a la gestión pública trabajó de asistente en una consultoría de publicidad entre 1994 y 1996.

En sus palabras, ¿quién es Cayetana Hernández de la Riva?

Una persona normal, supongo, con aciertos y errores, que siempre tuvo convicciones políticas y un compromiso con la sociedad. Vivo con un alto sentido del deber y la responsabilidad. Soy una apasionada de la cultura, la gastronomía, los viajes y de una buena sobremesa con amigos.

De su trayectoria política, ¿de qué momentos guarda los mejores recuerdos?

Estoy especialmente satisfecha de cuanto participé, desde la trastienda del Senado, en la representación institucional de España. Ha sido un honor servir a mi nación desde una posición tan privilegiada y comprobar la importancia de nuestra lengua, cultura e historia en el mundo. Puede parecer sorprendente, pero cuando más he valorado España es cuando he viajado fuera.

¿Y cuál ha sido el mayor reto?

Cuando en 2019 hice la mudanza política al Ayuntamiento de Madrid. Nunca había asumido la gestión en primera persona. El alcalde confió en mí, y fue un inmenso orgullo poder ser concejal de mi ciudad. Nada más llegar, estalló la COVID. Cuando sucede algo de tanta magnitud, aprendes de golpe. Hoy veo aquel reto con la satisfacción del trabajo realizado.

¿Qué es lo que más le satisface de su labor?

El trato con los vecinos. Mi despacho está en la calle, soy una empleada a sueldo de los madrileños. Cuando sabes que un vecino tiene una necesidad, trabajas en un proyecto y se ve resuelto, eres la mujer más feliz del mundo. Desde el respeto al dinero público, que para mí es sagrado.

¿Cómo ve la política social en nuestro distrito? ¿Cuáles son sus puntos fuertes?

En Salamanca también hay personas que sufren, que necesitan una red asistencial que les haga la vida más llevadera. Madrid tiene unos servicios sociales pioneros y los recursos en Salamanca son excelentes. Pero yo siempre querré más.

Llegó al mandato en junio y hemos tenido el periodo vacacional mediante, pero… ¿ha podido ya tomarle el pulso al Distrito? ¿Qué es lo más importante que necesita modificación?

Mis antecesores dedicaron lo mejor de sí a Salamanca, y se nota. Me interesa especialmente el milagro de la convivencia: que todos los vecinos desarrollen sus proyectos personales en libertad con respeto a los intereses de los demás. Aspiro a que en Salamanca nadie se quede atrás, que la gestión pública y privada se retroalimenten, que nuestros espacios sean cada vez mejores, limpios, accesibles, seguros y verdes. Que se respire cultura por los cuatro costados. Y que los políticos no demos un solo problema a los vecinos, sino que antepongamos siempre el interés general y el bien común a nuestros intereses partidistas.

Aspiraciones a futuro, u otros proyectos.

Mi prioridad es el Distrito Salamanca. Yo creo en el aquí y en el ahora. Al fin y al cabo, el futuro no existe. Mi única aspiración es trabajar para dejar Salamanca, el día que me marche, mejor de como me lo encontré.

¿Cómo es su relación con el Distrito Salamanca?

He nacido en la calle O’Donnell, he estudiado aquí, aquí tengo mis amigos, hago la compra, paseo sus calles y visito sus mercados. Y aunque ya no sea vecina del Distrito porque vivo en Villa de Vallecas, mi madre sigue viviendo aquí. En mi casa duermo, y poco más. De modo que llevo a Salamanca en mi cabeza y en mi corazón… y ahora también en mis carpetas de trabajo y en mi conciencia.

 


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